Su elaboración

El cultivo del olivo, su cosecha y todo el proceso es casi todo artesanal. Comienza en otoño con la selección de las aceitunas, cuando se encuentran en su momento óptimo de maduración. Inspeccionamos cuidadosamente los olivos, eligiendo sólo aquellas aceitunas que están en perfectas condiciones; es un paso fundamental para asegurar la calidad de nuestro aceite.

La recogida del fruto se realiza de forma manual y con el sistema paraguas, directamente del árbol, de modo que la aceituna no toca nunca en el suelo. Inmediatamente son transportadas, de modo que las aceitunas frescas en pocas horas ya están en el almacén, y se inicia su procesado antes de que hayan transcurrido 24 horas desde su recolección.

Una vez en el almacén, las aceitunas se deben lavar y se eliminan todas las posibles ramas, hojas, polvo e impurezas.

El proceso continúa en el molino, donde las aceitunas se muelen a bajas temperaturas para conservar al máximo las propiedades y garantizar su mejor calidad.

De la masa obtenida, compuesta por aceite, agua, huesos y pulpa, se extrae el aceite mediante sistemas de batido y centrifugado en los que, por diferencia de densidades, se obtienen perfectamente separados el aceite, el alpechín y el orujo. Para asegurar la calidad del aceite y que éste mantenga sus propiedades, el batido se realiza a una temperatura siempre inferior a 30º C.

Finalmente, el aceite obtenido se filtra para eliminar posibles restos de impurezas y humedad, y se almacena en condiciones óptimas de luz y temperatura, para que llegue al consumidor conservando todas sus cualidades.

Es un producto 100% natural, un zumo de fruta, obtenido directamente por extracción en frío de aceitunas 100% arbequinas y sólo mediante procedimientos mecánicos en condiciones que no produzcan ningún tipo de alteración de las propiedades biológicas y organolépticas, sin ninguna manipulación ni procedimientos químicos.

Esencia Supem es un aceite virgen y de calidad extra, de producción propia, sin mezcla de otras aceitunas.